El dinero huyó el martes de las bolsas y buscó refugio en el mercado de renta fija, lo que llevó al bono español a ganar un 1,5%. Su rentabilidad cayó del 2% al 1,95%. Un escenario que se dio la vuelta a partir del miércoles.
Durante las tres últimas jornadas de la semana, la incertidumbre independentista volvió a arreciar rebajando el precio del papel nacional, lo que hizo que su rentabilidad regresara al cierre al 2%.