El metal precioso tocó máximos de dos años, gracias a su condición de refugio, en un día en el que UBS ha destacado que probablemente se encuentra en el arranque de un rally alcista. El petróleo, por su parte, subió más de un 1,5% en un día de descensos para el dólar.
Las subidas que ha experimentado el oro durante los últimos meses le han llevado a cotizar en máximos de dos años, al tocar los 1.375 dólares por onza. Los descensos de la bolsa, todavía más fuertes desde que se ha conocido el resultado del referéndum sobre el Brexit, han aupado la cotización del oro, un refugio atractivo para los inversores en momentos de incertidumbre. Ayer no fue una excepción, y el metal logró revalorizarse más de un 0,8%, ante las nuevas caídas que experimentó la renta variable.
Además, la firma de inversión suiza UBS destacó ayer que las subidas que ya se han visto en el metal no son más que el inicio de un nuevo mercado alcista. Según la entidad, a corto plazo tocará los 1.400 dólares.
Al margen del oro, el petróleo experimentó avances durante la jornada de ayer: el Brent llegó a subir un 1,75%, hasta los 48,8 dólares, mientras el West Texas llegó a recuperar más de un 2%, hasta los 47,56 dólares. Mañana se conocerá el cambio en los inventarios de petróleo en Estados Unidos, y según los expertos encuestados por Bloomberg, cerraron la semana pasada con descensos, lo que puede haber tenido que ver con las compras de hoy.
La divisa estadounidense se mantuvo mixta en sus diez cruces más importantes, subiendo frente a la libra y algunas monedas commodity, pero cayendo frente al euro, que terminó la jornada en los 1,11 dólares, después de recuperar más de un 0,2%.
La debilidad del dólar pudo tener que ver con las subidas que experimentó el crudo, ya que los dos activos mantienen una correlación inversa en sus cotizaciones.