Los dos principales barriles de petróleo de referencia en el mundo rebotaron durante los últimos cinco días, impulsados por la inestabilidad que generó en el mercado el derribo de un caza ruso en Turquía el martes. Además, los inventarios en Estados Unidos crecieron menos de lo previsto.
El petróleo ha terminado la semana en verde, subiendo más de un 3% en el caso del West Texas americano, hasta el entorno de los 42 dólares, mientras el Brent europeo subió en torno a un 1,7%, terminando cerca de los 44,9 dólares.