El histórico acuerdo anunciado el miércoles pasado por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo ?OPEP? para recortar la producción, apunta, no sólo a equilibrar la oferta y la demanda del recurso energético, si no a que el mismo mes de enero, cuando está acordado que se implementen los nuevos niveles de oferta, haya un déficit de producción. Según los datos de oferta y demanda que maneja la Agencia Internacional de la Energía, la sobreoferta actual es de 300.000 barriles... y bajando, gracias al incremento de la demanda, mientras que el recorte pactado es de 1,5 millones de barriles, aproximadamente. La pregunta es ahora para muchas casas de análisis si los Reyes Magos de Arabia cumplirán con su palabra y traerán a los inversores alcistas en petróleo el ansiado recorte, tal y como se ha acordado.
Y es que el historial de la OPEP en este sentido no está demasiado limpio; son muchos los expertos que destacan la falta de rigor que ha mostrado la Organización durante décadas para cumplir lo pactado. De hecho, no hay que echar la vista mucho tiempo atrás, ya que a principios de este mismo año el cártel decidió eliminar el objetivo de producción que mantenían en los 30 millones de barriles, ya que llevaba varios meses produciendo muy por encima de ese nivel, algo que reflejaba la poca seriedad del compromiso que habían adquirido. Fuentes del mercado detallan también cómo Irán, por ejemplo, se saltó durante años las sanciones comerciales que se le habían impuesto por su programa nuclear, vendiendo crudo a grandes multinacionales en el mercado negro.