El 'Brent' se mantuvo plano en la jornada, mientras el 'West Texas' perdió más de un 0,5%, debido a la especulación de que mañana se publicará un nuevo incremento en los inventarios de gasolina en Estados Unidos, que ya están en máximos de 20 años, teniendo en cuenta la estacionalidad.
El mercado del petróleo no termina de quitarse el estigma de la sobreoferta. Pocos meses antes del verano, las grandes casas de análisis ya hablaban del final de esta situación, pero durante las últimas semanas la especulación sobre esto ha regresado, ya que firmas como Goldman Sachs vuelven a avisar del riesgo de que regrese esta situación.
Los últimos datos que están animando a los bajistas en oro negro tienen que ver con el incremento en los inventarios de gasolina que está teniendo lugar en Estados Unidos. Ya son varias semanas en las que se ha visto cómo crecían y, según las previsiones de los expertos encuestados por Bloomberg, durante la semana pasada esto se volvió a repetir, creciendo en otros 200.000 barriles. Los almacenes de petróleo crudo del país también se encuentran en sus niveles máximos en décadas, teniendo en cuenta la estacionalidad.
Todo esto pudo hacer que los inversores optasen por vender crudo de forma generalizada, haciendo que el West Texas pierda más de un 0,8%, hasta cotizar por debajo de los 43 dólares. Por su parte, el Brent europeo aguantó mejor que su homólogo estadounidense, quedándose plano durante la jornada, cerca de los 44,7 dólares.
Al margen del crudo, fue una jornada sin grandes cambios en el mercado de materias primas, con el precio del oro quedándose prácticamente plano, en el entorno de los 1.320 dólares por onza.