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No todos ganan con el coche eléctrico: descubra a sus principales 'víctimas'

29/06/2016 - 20:45
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Hasta en un 20% se podría ver reducida la demanda de gasolina en Estados Unidos en las próximas dos décadas con el incremento del coche eléctrico según los datos que baraja la consultora de energía Wood Mackenzie, lo que acabaría lastrando también al platino. Por el contrario, el gas natural y las renovables saldrán beneficiadas al incrementarse el consumo de energía eléctrica.

Esto significa que el país, que actualmente emplea a más de nueve millones de barriles diarios de gasolina, podía ver como esta demanda se desploma hasta los dos millones de barriles al día siempre que los coches eléctricos alcancen una cuota de mercado superior al 35%, algo que podría suceder tan pronto como en para el año 2035. Lo que significa un importante avance ya que en 2015 sólo representaban el 1%. Unas previsiones que para Javier Santacruz, economista e investigador de la Universidad de Essex, "son muy posibles, sobre todo si atendemos a que las preventas del nuevo modelo de Tesla superan las 300.000 lo que le ha llevado a adelantar un año su estreno".

Pero no sólo serán la gasolina y el petróleo los que saldrán mal parados ya que el platino también sufrirá los efectos del auge de los coches eléctricos. El incremento de este tipo de vehículos significa "un riesgo a largo plazo para el platino, porque las baterías eléctricas no lo necesitan para nada", explica Marc Elliott, analista de Investec, en declaraciones recogidas por Bloomberg. Este experto, además, considera que el desplome del uso de platino en automoción será inevitable aunque su caída será progresiva y podría extenderse durante una década. Para Santacruz, "estos metales (ya que incluye también al paladio) harán una reconversión de su negocio para enfocarse más como metales conductores de electricidad y calor".

Con todo este contexto, las petroleras predicen que la venta mundial de carburantes tocará techo en 2035. Algo que, según un informe de Bloomberg New Energy Finance, significaría la sustitución de los 13 millones de barriles por día de petróleo al gasto de 1,900 TWh de electricidad. Salim Morsy, analista y autor del estudio, estima que un petróleo por debajo de los 30 dólares durante mucho tiempo "sólo retrasaría la adopción masiva de los vehículos eléctricos a principios del decenio de 2030".

Este incremento del consumo de energía eléctrica sería la puerta para dos de los grandes beneficiados del cambio de tendencia en los automóviles: el gas natural y las energías renovables, fuentes más o menos limpias que generan electricidad. Santacruz añade un beneficiado más: el litio y las mineras dedicada a él ya que "es muy importante en para la elaboración de estos automóviles a la vez que es de sencilla extracción y podría crearse a partir de él un sector potente de semiconductores".

El incremento de los coches eléctricos también vendrá derivado de la caída del precio de sus baterías así como de que sean capaces de durar durante mucha más distancia. Según dicho informe, en 2015 los precios de las baterías se redujeron en un 35% y con la evolución que están teniendo podrían dar lugar a que estos vehículos sean asequibles sin subsidio en los próximos seis años.

Son precisamente estos subsidios los que más están apoyando el cambio de tendencia ya que en Estados Unidos se penaliza a los vehículos antiguos mientras que se beneficia a los nuevos. Y no es algo sólo de EEUU, en el Viejo Continente, Noruega podría prohibir la venta de vehículos térmicos que utilizan combustibles fósiles en 2025. Además, Alemania o Francia están llevando a cabo importantes inversiones para crear las infraestructuras adecuadas para su conducción.