El petróleo sigue haciendo gala de una elevada volatilidad, siendo uno de los grandes protagonistas en el actual contexto de mercado. Su tendencia bajista se mantiene totalmente vigente, si bien es cierto que comienzan a observarse síntomas de agotamiento vendedor.
Recientemente advertíamos que una vez alcanzado el objetivo mínimo de caída, que señalábamos en el West Texas en la zona de mínimos del año 2009, no nos sorprendería incluso que perdiera este soporte y la tendencia tuviera continuidad, por lo que insistimos en que mientras no tengamos evidencias de que se esté formando un suelo sostenible más allá del corto plazo no recomendamos tomar posiciones.
Las líneas de vela que está dejando en las últimas semanas sugieren que podríamos estar ante el origen de un rebote que podría buscar la zona de los 39,40 dólares en el caso de que la presión alcista sea capaz de batir los 34,80 dólares. Pero ni en ese caso recomendaríamos tomar posiciones por el momento, puesto que la elevada volatilidad exigiría asumir un stop demasiado amplio que no ofrecería buenos ratios en términos de rentabilidad y riesgo.
Hay que ser conscientes de que la pérdida de estos mínimos del año 2009 plantea un escenario de continuidad de las caídas que podrían ir incluso hacia la zona de los 26/23 dólares, por lo que seguimos recomendando esperar pacientemente a que se den las condiciones adecuadas para buscar un giro de la tendencia sostenible más allá del corto plazo, algo que por el momento no vemos.