El barril estadounidense rebotó hasta un 5 por ciento en la sesión, logrando alcanzar los 55,9 dólares, un nuevo máximo anual -el 'Brent' sumó más de un 2 por ciento-. Así, el 'West Texas' ya acumula un avance del 5 por ciento desde que arrancó el año, tras conseguir el viernes pasado cerrar la cuarta semana consecutiva de avances.
Esta racha alcista es la más larga que consigue encadenar el crudo desde febrero del año 2014, cuando consiguió encadenar 7 semanas seguidas subiendo. Son varias las causas que están poniendo al crudo americano en el punto de mira de los inversores: la más reciente es el nivel que mantienen los inventarios en Estados Unidos, que ayer se conoció que experimentaron un avance de 1,29 millones de barriles durante la semana pasada, muy por debajo de las previsiones de los expertos, en los 3,6 millones, y que fue el avance semanal más lento que se ha visto desde el pasado mes de enero.
Además de la caída de los inventarios del país, el lunes pasado la Agencia de Información Energética estadounidense publicó que la producción de petróleo de esquisto caerá durante el mes de mayo, según sus previsiones, algo que hasta ahora no ha ocurrido ningún mes, desde que la Agencia empezó a monitorizar este dato en el año 2013. La entidad espera que se produzcan 57.000 barriles menos que el mes pasado, debido al cierre de plataformas petrolíferas que continúa en el país, donde no se mantienen operativas tan pocas plataformas -760-desde el año 2010.
Además de ello, desde Bloomberg se destaca que la temporada histórica de mantenimiento de refinerías de gasolina ha terminado recientemente, y ahora es cuando se podría ver un incremento en la demanda de petróleo por parte de estas instalaciones.