El intercambio de divisas en los últimos días está dejando la fotografía más nítida de la opinión del mercado sobre el riesgo que implica para la eurozona la crisis turca y la depreciación de la lira. La exposición de bancos como el BBVA, Unicredit, BNP Paribas o ING al país otomano ha acentuado la debilidad del euro -que dejará de restar en el beneficio de las compañías-, que se deprecia desde el pasado miércoles frente al franco suizo -un 2,2%-, frente al yen japonés -un 2,15%-, frente al dólar -un 1,8%-, y hasta frente a la libra -cerca de un 1%-.
En conjunto, estos movimientos muestran algo más que la clásica búsqueda de refugio en divisas como el franco o el yen, frente a las que el euro ha marcado mínimos de los últimos meses, o incluso que una renovada fortaleza del dólar, frente a la que la moneda común se llegó a depreciar por debajo de los 1,14 dólares, un nivel que no perforaba desde julio de 2017.