El compromiso de las autoridades chinas de evitar caídas excesivas en el yuan ha hecho que el país utilice sus reservas de divisas extranjeras, las más grandes del mundo, hasta quemar un 10% del total en 2016 o, lo que es lo mismo, cerca de 320.000 millones de dólares.
Fue ayer cuando se pudo hacer balance anual, ya que se publicó el dato del mes de diciembre, un periodo en el que el país redujo sus reservas en 41.000 millones.