La cotización del cruce del euro con el dólar es uno de los factores que ha contribuido a los movimientos de la bolsa europea durante los últimos meses. El camino de la divisa europea a lo largo de 2017 se puede resumir en tres tramos: uno inicial, desde que empezó el ejercicio en los 1,051 dólares, hasta la segunda vuelta de las elecciones en Francia, el 7 de mayo, cuando cotizaba en 1,09 dólares; un segundo tramo, de fuertes subidas, desde las elecciones hasta el 8 de septiembre, cuando la divisa tocó máximos del año por encima de los 1,20 dólares; y un tercer tramo, desde entonces, hasta ahora, en el que el euro ha perdido fuelle y ha caído hasta los 1,185 dólares.
De forma general, el EuroStoxx 50 ha tenido una correlación inversa con el cruce: es cierto que el primer periodo, en el que el euro repuntó un 4,6%, el índice subió un 11,2%; sin embargo, una vez empezó el acelerón alcista del euro, empezaron los problemas para los alcistas en bolsa europea: el índice sufrió descensos del 5,8% en esos 4 meses, y sólo empezó a recuperarse cuando la divisa perdió fuelle, y empezó a caer desde máximos del año, a principios de septiembre –ver gráfico–. Así, los inversores en bolsa deben tener un ojo puesto en el comportamiento de la divisa, y más teniendo en cuenta que, según muchos expertos, el euro seguirá subiendo frente al dólar.