La divisa europea se dedicó, una y otra vez, a intentar reconquistar los 1,14 dólares. Sin embargo, ningún día logró cerrar por encima de esa cota, a pesar de que en todas las sesiones consiguió tocar ese nivel. Con todo, tanto el euro como el dólar cerraron la semana de forma mixta, en sus cruces más importantes.
Ha sido una semana 'aburrida' para el euro, que no ha conseguido cerrar por encima de los 1,14 dólares -a las 21:00 horas, hora española, se mantenía en los 1,139-, a pesar de que en todas las jornadas atacó ese nivel. Y es que, en todas las ocasiones terminó cediendo en su intento alcista, cerrando por debajo de esa cota.
En los últimos cinco días, la moneda europea cerró con un avance inferior al 0,1% frente al dólar. Las dos divisas se mantuvieron mixtas en sus diez cruces más importantes, manteniéndose así a mitad de tabla. La semana estuvo marcada por la publicación de las actas de la última reunión del Banco Central Europeo -BCE-, que no generaron grandes cambios en la cotización del euro. Estas reflejaron el debate que mantuvieron los miembros del Consejo de Gobierno de la entidad, quienes discutieron, entre otras cosas, los efectos de ampliar las subastas de liquidez a la banca, y la efectividad de empezar a comprar deuda corporativa, dos medidas que finalmente se aprobaron.
Al margen de estas dos divisas, el yen fue la gran protagonista de la semana, con un avance que superó el 3% en el cruce que mantiene con el dólar. Este avance fue el más fuerte que experimentó la divisa desde febrero, llevando la volatilidad hasta niveles que no se veían en más de cuatro años, según apuntan desde Bloomberg. El Banco de Japón está siendo incapaz de frenar la subida anual, del 11%, que está experimentando la divisa, a pesar de haber recortado los tipos de interés hasta el terreno negativo a finales de enero.