El euro arrancó julio en los 1,114 dólares y se despide del trimestre en el entorno de los 1,117. Ha sido una de las divisas más alcistas en este periodo, por detrás del yen japonés, ambas impulsadas como refugio ante las caídas de la bolsa y las materias primas. El dólar también subió de forma general, mientras las divisas 'commodity' fueron las peor paradas.
El tercer trimestre del año difícilmente se olvidará. China y la crisis de los emergentes han copado el punto de mira del mercado, ante el desplome de las bolsas que han generado las medidas del Gobierno chino para tratar de impulsar el crecimiento económico, que durante los últimos meses está frenando su avance.