Situación de corto plazo:
Lo visto en este comienzo de semana no cambia en absoluto nuestra idea de que los máximos de la semana pasada han sido muy probablemente el techo del rebote que nació en los mínimos que marcaron las principales referencias europeas en la semana de Navidad. Esto no impide que podamos ver como algunos índices puedan todavía llegar a marcar un nuevo máximo creciente en la subida de las últimas semanas, pero mucho nos tememos que esto no sucederá de forma generalizada, lo cual será otra evidencia técnica que nos advertirá de que en próximas fechas es probable que asistamos a una fase de corrección o consolidación más amplia que debería servir para aliviar la sobrecompra existente y ajustar parte de este rebote.
Operativamente, venimos insistiendo que no es oportuno comprar y para ello deberíamos esperar a que se forme esa fase de ajuste. Sugerimos aguardar a que al menos se corrija la mitad del rebote en EEUU, para lo cual el Nasdaq 100 aún podría tener un margen de caída del 6%. Si esto lo extrapolamos a las bolsas europeas, no nos sorprendería que en algunos casos pudiéramos asistir a incluso una corrección bajista que desande todo el rebote.
Situación tendencial:
La tendencia que define la principal referencia europea en el largo plazo es alcista, pero llama la atención el nuevo fracaso del Eurostoxx 50 en su versión total return (SX5T.ST) tras alcanzar su resistencia creciente de medio/largo plazo que discurría por los 7.500 puntos. Desde ahí las ventas vuelven a presionar al índice y estamos viendo durante los últimos meses una corrección bajista que, de momento, se mantiene del todo vigente y que podría llevar al DAX 30 (DAX.XE) a la base del canal que viene acotando su evolución durante los últimos años, que actualmente aparece por los 9.600-10.000 puntos. Antes del alcance de este objetivo se podría formar un rebote en este comienzo de año 2019 que lleve al Eurostoxx 50 (SX5E.ST) a la zona de los 3.250-3.300 puntos.