El petróleo, además de como activo de inversión, puede ser utilizado como termómetro de la coyuntura económica y bursátil, teniendo en cuenta la correlación que mantiene con los principales índices estadounidenses. De hecho, al cierre del mes de diciembre terminó confirmando el barril Brent europeo volvía a ser desinflacionista y su fuerte corrección se origino a primeros de octubre, prácticamente coincidiendo con los máximos marcados por los principales índices en Wall Street.