Cada vez son más las evidencias técnicas que apuntan hacia la posibilidad de que Wall Street haya formado un techo en su tendencia alcista de los últimos meses. La última de ellas y que definitivamente nos invitó a reducir la exposición al mercado norteamericano fue ver como el ETF VIXY, que mide la volatilidad esperada del S&P 500, medido por los precios de los contratos de futuros del VIX y que históricamente se ha correlacionado negativamente con el rendimiento del S&P 500, ayer rompió su directriz bajista.