Situación de corto plazo:
El intento de rebote que vimos ayer fue muy poco convincente y es otra evidencia técnica más que nos advierte de que es muy alto el riesgo de haber visto un techo en las subidas de los últimos meses, concretamente las que se originaron en los mínimos de febrero desde los soportes que en su momento bautizamos como los soportes "urbi et orbi" estadounidenses.
A pesar de que el tímido rebote que estamos viendo a corto sigue manteniendo en pie la tendencia principal alcista del mercado norteamericano, lo visto durante las últimas sesiones es un claro aviso para navegantes y mucho nos tememos que un eventual rebote podría ser vulnerable y formar parte de un patrón de giro bajista más amplio, por lo que no estamos por la labor de tratar de aprovecharlo. De hecho, estamos valorando muy seriamente aprovechar este rebote para reducir posiciones en EEUU, recogiendo beneficios en las estrategias que abrimos meses atrás en los índices.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene del todo vigente y por el momento no vemos nada que plantee un techo sostenible en el tiempo dentro de la misma por lo que lo más probable es que las alzas, consolidaciones al margen, tengan continuidad en próximos meses.
Solamente se pondría en jaque esta hipótesis alcista si los principales índices norteamericanos pierden los soportes que hemos calificado como soportes "urbi et orbi", que son la base de la última consolidación en los mínimos que marcaron el pasado 9 de febrero, tales como son los 2.532 del S&P500 (SP500.CH) o los 6.164 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ), que son la línea divisoria que separa una consolidación, del todo normal en tendencia, de una corrección que pondría en jaque la continuidad de la tendencia alcista de largo plazo en Wall Street.