Situación de corto plazo:
La pérdida del soporte horizontal de los 9.327 puntos, que hasta el miércoles era el que había frenado los conatos bajistas en la renta variable española durante los últimos meses, fue de todo menos un signo de fortaleza y abre la puerta a una continuidad de la fase correctiva que nació en mayo de 2017 desde el entorno de los 11.200 puntos. Esta fase bajista podría profundizar hacia la zona de los 8.800-9.000 puntos, cuyo alcance supondría una corrección del 61,80/66% de toda la tendencia alcista que se inició en los mínimos de junio de 2016 desde los 7.580 puntos y coincidiría también con la tangencia con su directriz alcista de largo plazo.