Pocas variaciones en el ecuador de una sesión en el que los principales índices se mantienen con cierta calma en el entorno resistivo de los máximos establecidos el pasado febrero, desde donde se originó el que consideramos el último movimiento bajista de la corrección desarrollada en los últimos meses.
Una vez que el Eurostoxx superó ayer por la mínima la resistencia de los 3.476 puntos, nivel sobre el que se mantiene hoy, seguimos pendientes de que el CAC 40 galo y el DAX 30 alemán hagan lo propio con sus respectivas resistencias, los 12.600 del DAX o los 5.365 del CAC. En este sentido, la ruptura definitiva de estas resistencias sería una clara señal de fortaleza que plantearía que los mínimos que vimos a finales de marzo en las bolsas europeas han sido probablemente el suelo de la corrección bajista de los últimos meses y el punto de origen de la reanudación de la tendencia alcista principal que podría buscar como primeros objetivos la zona de altos del año.
Este optimismo se pondría en aprietos si al cierre semanal estas resistencias clave en Europa no son superadas y para que siga ganando enteros es preciso que en próximas sesiones la presión compradora siga imponiéndose y no quepa ninguna duda de la ruptura de las mismas.