Los principales índices europeos han conseguido cerrar la sesión lejos de los mínimos que han marcado de forma intradía, lo cual ha habilitado que se hayan desplegado líneas de vela potencialmente alcistas que en el argot técnico oriental se conocen como martillo. Estas velas junto con el hecho de que aún no se han perdido soportes clave de corto plazo de forma mayoritaria en los índices europeos, son alguno de los argumentos que nos invitan a no reducir todavía nuestra exposición recomendada a bolsa, sin perjuicio de que todavía consideramos que no se han alejados los riesgos de que en próximas fechas podamos asistir a una continuidad bajista que lleve a los índices del Viejo Continente a la zona de mínimos de agosto, cuyo alcance veríamos como una oportunidad inmejorable para volver a comprar bolsa. De hecho, esos mínimos de agosto pasado es el soporte que tiene que perderse para que se ponga en jaque la tendencia alcista para las bolsas de cara a este año 2018.