Las principales bolsas europeas han tratado esta semana, con más o menos ímpetu dependiendo del caso, formar un rebote que cada vez parece más vulnerable si atendemos a elementos tan importantes como es la fortaleza del eurodólar, que esta semana ha conseguido romper resistencias importantes en los 1,1885 dólares por euro, algo que no apoya precisamente una continuidad de ese rebote. Cada vez son más las evidencias técnicas que invitan a plantearse una reducción de la exposición a renta variable ya que en cuanto concluya el rebote consideramos muy probable que las caídas vuelvan a imponerse y existe el riesgo de que puedan perderse los mínimos de la semana pasada, donde se encuentra la línea divisoria que separa un contexto potencialmente alcista de uno bajista de cara a las próximas semanas.