Situación de corto plazo:
Subidas generalizadas al cierre de una sesión en la que lo más destacable fue ver como la presión alcista llevó a los principales índices europeos a batir resistencias significativas de corto/medio plazo, lo que abre la puerta a que tome cuerpo un contexto de probable reanudación de su tendencia alcista principal, que es lo que venimos defendiendo desde hace tres meses que podía suceder en cuanto concluyera la fase de consolidación que se inició el pasado mes de mayo.
El Eurostoxx 50 (SX5E.ST) ha conseguido romper la directriz bajista que venía acotando milimétricamente la consolidación de los últimos tres meses, que discurría por los 3.468-3.475 puntos, por lo que todo apunta a que, consolidaciones de corto plazo al margen, los mínimos vistos hace dos semanas en los 3.363 puntos han sido muy probablemente el suelo de la fase de consolidación que nació en los altos del año en los 3.666 puntos, que sería el objetivo que podría buscarse en próximas semanas. Hasta ahí la principal referencia europea tiene un margen de subida del cinco por ciento.
Situación tendencial:
La línea de vela que desplegó el Eurostoxx 50 el mes de mayo ya señalamos que era preocupante para las aspiraciones alcistas. De hecho, su sombra alargada superior reflejaba a la perfección las dificultades que en ese momento estaban encontrando los alcistas para seguir sosteniendo los avances y planteó un agotamiento comprador que debía ser vigilado toda vez tuvo lugar en la tangencia con la resistencia creciente en el Eurostoxx en su versión total return (SX5T.ST) y en la directriz bajista en el Eurostoxx tradicional. Desde este entorno resistivo de medio plazo no nos sorprende que durante los últimos meses estemos asistiendo a una consolidación que la consideramos como una simple pausa previa a mayores subidas. Esta consolidación ha buscado la zona de los 3.300-3.400 puntos, cuyo alcance entendemos que es un buen punto de entrada para entradas con una orientación a medio/largo plazo.