Caídas generalizadas en las bolsas europeas al cierre de una sesión que ha transcurrido de más a menos en la que lo más destacable es que los principales índices de referencia no han podido con primeras resistencias que ofrecen los máximos marcados la pasada semana y que han sido presionados en algunos casos, como el del índice alemán Dax 30, en las primeras horas de sesión. En sentido negativo debemos destacar también la mayor debilidad del Ibex 35 lastrado por el sector bancario y que vuelve a poner a prueba el entorno de soporte que ofrecen los mínimos de abril y la base del canal que acota la fase de consolidación de los últimos meses. El Ibex 35 no dará muestras de agotamiento vendedor mientras a corto plazo no supere al menos el hueco bajista abierto en la sesión de ayer desde los 10.325 puntos.
Operativamente seguirnos recomendando paciencia y prudencia a la hora de tomar decisiones operativas, puesto que este movimiento aún encaja con un escenario de reanudación alcista. Seguimos insistiendo en que lo importante será ver el cierre de esta semana, más que como ha comenzado, siempre que se respeten los soportes. La reacción que vimos desde los mínimos de la pasada semana sirvió para reforzar, si cabe más, los mínimos que los índices marcaron en abril como la línea divisoria que separa un contexto de reanudación alcista de uno en el que profundizaría la fase de consolidación que nació a comienzos del pasado mes de mayo, dependiendo de si se mantienen en pie o se pierden respectivamente. La cuestión será ver si a cierre semanal los índices europeos consiguen cerrar por encima de los máximos que marcaron la semana pasada, tales como son los 10.366 del Ibex 35 o los 3.454 puntos de Eurostoxx 50. En ese caso se confirmarían las implicaciones de las líneas de vela en forma de martillo desplegadas la semana pasada.