Situación de corto plazo:
Los ascensos que vimos el viernes en la cotización del eurodólar (EURUSD) no alejan todavía el riesgo de seguir viendo mayores caídas aunque podrían ser el germen del rebote que a corto venimos favoreciendo tras alcanzarse a corto la parte inferior de la zona de gran soporte y objetivo que venimos manejando desde hace meses de los 1,05-1,06 dólares.
Desde este entorno seguimos entendiendo que lo más probable es que se acabe formando un rebote y si finalmente es perdido todo apunta a que sería algo temporal ya que vemos complicado que con la actual sobreventa las caídas puedan tener continuidad sin antes formarse un rebote.
En este sentido, un próximo rebote en el eurodólar podría tomar cuerpo si se superan resistencias de 1,0650 dólares por euro. Si finalmente se forme esta reacción alcista todo apunta a que podría ser altamente vulnerable y previo a mayores caída si atendemos a la ruptura de resistencias en el índice dólar, cuya cotización superó hace dos semanas el techo del movimiento lateral que acota su evolución durante los últimos meses. Hablamos de la zona de resistencia de los 100,80. Un pull back del índice dólar a esa resistencia podría servir para que el eurodólar rebotara.
Situación Tendencial:
La potente vuelta bajista que vimos en el eurodólar al cierre del mes de mayo refuerza la zona de resistencia que desde hace meses venimos recomendando vigilar, concretamente los 1,1550 dólares por euro (máximos del mes en 1,16 figuras). La vela desplegada por el par en el mes de mayo sugiere que un próximo rebote puede ser vulnerable y previo a mayores caídas que podrían llevar al eurodólar a la zona de 1,05-1,06 dólares por euro, cuya cesión abriría la puerta a una continuidad de la tendencia bajista que desarrolla el par a lo largo de los últimos años.