Las ventas volvieron a presionar a la renta variable japonesa en una sesión en la que teníamos cita con el cierre semanal y en la que lo más destacable ha sido ver como el Nikkei no ha conseguido recuperar la zona de antiguo soporte de los 16.000 puntos, cuya cesión la semana pasada abrió un contexto bajista que todavía no puede ser descartado.