Situación de corto plazo:
En una sesión marcada por la festividad del mercado alemán, inglés y Wall Street, la principal referencia europea cedió algo del terreno ganado durante la semana pasada fruto de las fuertes caídas de las bolsas periféricas, algo que no provocó la pérdida de ningún soporte relevante en el Eurostoxx 50 que sugiera un deterioro dentro del escenario alcista que manejamos y que podría llevar a los principales índices del Viejo Continente a marcar nuevos máximos del año.
En este sentido, el objetivo que manejamos de cara a las próximas semanas es un nuevo movimiento al alza que podría llevar al Eurostoxx 50 a la zona de los 3.900/4.100 puntos. Su alcance es probable que vuelva a provocar un freno en la tendencia alcista de los últimos meses y el comienzo de una fase correctiva o consolidativa que podría ser más amplia que la última que hemos vivido.
En plazos cortos no habrá ningún signo de debilidad alcista que ponga en jaque este escenario alcista mientras una eventual caída no profundice por debajo de los huecos que se generaron al alza en la sesión del pasado 19 de mayo. En el caso del DAX 30 alemán ese soporte clave se encuentra en los 11.594 y en el Eurostoxx 50 en los 3.589 puntos.
Situación tendencial:
La principal referencia europea define una clara tendencia alcista a lo largo de los últimos meses que invita a considerar eventuales correcciones como oportunidades para comprar en busca de objetivos en la zona de los 4.600 puntos y posteriormente los altos históricos del año 2000 (sin efecto dividendo descontado) de los 5.500 puntos. Si tenemos en cuenta los dividendos hay que tener presente que el Eurostoxx 50 total return se encuentra en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe y, de momento, no vemos nada que invite a pensar que este escenario no puede tener continuidad.