La amenaza de asistir a otro susto en las bolsas europeas, que podría ser similar al que vimos en marzo, sigue estando ahí y ni mucho menos ha desaparecido. De hecho, para que podamos fiarnos de un eventual contraataque alcista lo mínimo exigible es que los principales índices europeos consigan cerrar los huecos que abrieron a la baja en la sesión del pasado miércoles, para lo cual el DAX (DAX.XE) debería superar los 16.150 puntos y el Ibex los 9.267 puntos.