Las bolsas europeas han tratado con éxito dispar dar continuidad al rebote que desarrollan desde que este lunes pusieran a prueba la solidez de sus soportes clave de corto/medio plazo, que se han visto reforzados como la línea divisoria que separa lo que hasta el momento parece ser una consolidación previa a mayores alzas de una corrección en toda regla, en la que cabría esperar caídas que incluso podrían ser del 10%.