Situación de corto plazo:
El Ibex 35 (IBEX.MC) intentó la semana pasada formar un rebote que no mostrará ningún signo de fortaleza, que aleje los riesgos bajistas de asistir a una caída hacia los 6.420 puntos, mientras no consiga cerrar el hueco que abrió a partir de los 6.930 puntos. A corto hay que tener presente que el hecho de que el Ibex 35 se muestre incapaz de batir los máximos que marcó el pasado lunes en los 6.800 puntos es de todo menos un signo de fortaleza y eso no hace más que reforzar la vulnerabilidad de cualquier subida.
El hecho de que el rebote se está desarrollando sin que se haya alcanzado este soporte de los 6.420 puntos, que son los mínimos de abril y mayo, nos hace desconfiar del mismo y verlo poco fiable. De hecho, la cuestión en próximas fechas será ver si el alcance de ese soporte de los 6.420 puntos va a conseguir frenar el avance de la presión bajista ya que en caso contrario mucho nos tememos que las caídas no van a encontrar freno hasta los mínimos de marzo en los 5.820 puntos.
Situación tendencial:
El alcance de la zona de mínimos de 2012 en torno a los 5.800-5.900 puntos ha logrado frenar hasta el momento la tendencia bajista que define el Ibex 35 a lo largo de los últimos años. Mientras no se pierda este soporte no tomará cuerpo la hipótesis que manejamos de cara a los próximos meses, que valora la posibilidad de que aún veamos una caída del Ibex con dividendos hacia la base de su canal alcista de largo plazo y en el peor de los casos hacia los mínimos que marcó el año 2009 y 2012. Si esto sucede hay que tener presente que niveles de soporte análogo en el Ibex 35 tradicional serían los 4.000 puntos, que es el límite máximo de caída que a priori establecemos en la actual tendencia bajista. Entre los 5.300 y en el peor de los casos los 4.000 puntos es donde muy probablemente se forme un suelo de largo plazo y compras realizadas en este entorno obtendrán una rentabilidad impresionante en próximos años.