La cotización de Grifols (GRF.MC) lleva varios meses corrigiendo el movimiento alcista que lo llevó de los 23,60 a los 34 euros, que en todo momento hemos venido señalando que muy probablemente se trate de una simple pausa previa a una continuidad alcista. La cuestión es ver si los recientes mínimos marcados en los 26 euros se convierten definitivamente en el suelo de esa corrección y en el punto de origen de un alza que sirva para que Grifols retome su impecable tendencia alcista principal.
Con el rebote de corto plazo gana enteros la posibilidad de que los 26 euros hayan sido ese suelo y es por ello que aquellos que no tengan al título en cartera podrían tomar posiciones manejando un stop bajo los 26 euros, cuya cesión mucho nos tememos abriría la puerta a una recaída a la zona de mínimos de marzo en los 23,60 euros.