Fuertes subidas en las bolsas europeas que han recuperado de forma general los soportes que perdieron a finales de la semana pasada, algo que no nos sorprende en demasía ya que venimos insistiendo que los movimientos en Europa pueden ser muy erráticos y poco fiables mientras Wall Street no de su brazo a torcer y ponga fin al rebote que inició a mediados de marzo, para lo cual el S&P 500 debería perder soportes de 2.790 puntos, que la semana pasada frenó las caídas y provocó la reacción al alza que estamos viendo a corto.