Situación de corto plazo:
La pérdida del soporte que presentaba el Ibex 35 (IBEX.MC) en la zona de los 6.670 puntos es de todo menso algo alcista para la renta variable española y nos pone sobre la pista de una posible vuelta del selectivo español a los mínimos del año que estableció en la zona de los 5.800-5.900 puntos, lo cual sería el escenario más probable si se pierden soportes de 6.425 puntos, que ayer puso a prueba y consiguió rechazar el avance bajista, lo que refuerza su importancia como línea divisoria que separa un contexto de mayor lateralidad de uno potencialmente bajista hacia los señalados 5.800-5.900 puntos.
Para que a corto plazo se aleje el riesgo de asistir a la pérdida del soporte de los 6.425 puntos lo mínimo exigible es que el Ibex 35 logre cerrar el hueco que abrió ayer a partir de los 6.631 puntos, sin perjuicio de que no podremos hablar de fortaleza mientras no cierre el hueco que abrió el lunes 4 de mayo desde los 6.922 puntos.
Situación tendencial:
La pérdida de los mínimos que marcó el Ibex 35 el año 2018 en los 8.268 puntos plantea que estamos ante una tendencia bajista que mucho nos tememos aún podría tener recorrido por delante. La cesión de los mínimos de 2012 en torno a los 5.800-5.900 puntos abriría la puerta a que pudiera tomar cuerpo la hipótesis que manejamos de cara a los próximos meses, que valora la posibilidad de que aún veamos una caída del Ibex con dividendos hacia la base de su canal alcista de largo plazo y en el peor de los casos hacia los mínimos que marcó el año 2009 y 2012.
Si esto sucede hay que tener presente que niveles de soporte análogo en el Ibex 35 tradicional serían los 4.000 puntos, que es el límite máximo de caída que a priori establecemos en la actual tendencia bajista. Entre los 5.300 y en el peor de los casos los 4.000 puntos es donde muy probablemente se forme un suelo de largo plazo y compras realizadas en este entorno obtendrán una rentabilidad impresionante en próximos años.