Situación de corto plazo:
Las principales bolsas europeas llevan dos semanas consolidando posiciones dentro de un claro rango lateral, lo cual habilita que el rebote siga consumiendo tiempo pero sin ganar altura y, en lo que es lo más importante, nos permite identificar los niveles de soporte que deben mantenerse si queremos seguir confiando en un rebote mayor.
En este sentido, lo único positivo que vimos la semana pasada fue ver como finalmente los índices lograron mantenerse por encima de sus primeros soportes de corto plazo, como son los 16.300 puntos del FTSE MIB italiano o los 10.075-10.200 puntos del DAX 30 alemán. Hasta que no se pierdan no podemos dar por cancelado el rebote de las últimas semanas, algo que consideramos que es cuestión de tiempo que ocurra.
En el chart adjunto les mostramos la hipótesis más optimista que a priori manejamos, concretamente aquella que no descarta la posibilidad de que veamos una vuelta de los índices europeos a los máximos de las dos últimas semanas, que incluso podrían conseguir superar en un movimiento del todo vulnerable. De hecho, en multitud de ocasiones hemos visto en el pasado la ruptura del techo de estos laterales, en lo que en un principio sugeriría fortaleza y una continuidad alcista, antes de asistir a un latigazo bajista.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definía desde el año 2009 el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 (SX5E.ST) que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, se ha cancelado tras asistir a la pérdida de los 6.000 puntos, que eran los mínimos de diciembre de 2018. Es momento de ir aprovechando rebotes para obtener una liquidez que será muy necesaria y preciada para cuando detectemos un suelo y podamos recomponer la cartera con una visión de largo plazo.
Un rebote en las bolsas europeas no nos sorprende ya que se está formando tras alcanzarse entornos de soporte histórico en muchos índices, como los 8.150-8.200 puntos del DAX 30 alemán (mínimos en 8.250), donde se encuentra una antigua resistencia de muy largo plazo como son los son los máximos de la burbuja tecnológica del año 2000 y de la crisis financiera del año 2007-2008. Todo apunta a que este soporte será partido en dos en un próximo hachazo bajista ya que seguimos considerando que es muy difícil que hayamos visto un suelo más allá de algo temporal.
Si atendemos a la estructura de precios que vemos en los índices del Viejo Continente mucho nos tememos que aún no hemos visto lo peor. Por poner un ejemplo, el DAX 30 alemán todavía no ha alcanzado ni siquiera el objetivo de caída mínimo del patrón bajista en forma de doble techo que confirmó tras perder los 10.270 puntos y que aparece en los 7.700 puntos del índice germano.