Desde los mínimos que marcó el West Texas hace dos semanas en los 20,50 dólares el precio consiguió rebotar un 40%, hasta los 28,55 dólares. Desde ahí las caídas han vuelto a imponerse y con las últimas caídas el petróleo ha perdido casi todo lo ganado, lo que demuestra la vulnerabilidad de eventuales rebotes que podemos ver en los mercados. Es muy difícil e improbable que el West Texas pueda formar un suelo sostenible en el tiempo sin antes alcanzar los mínimos del año 2001 en los 17 dólares Hasta ahí todavía hay un margen de caída del 20%, lo que encajaría con otro hachazo en bolsa.