Situación de corto plazo:
Del mismo modo que ocurrió el martes, en una sesión en la que las bolsas europeas llegaron a superar resistencias de corto plazo de forma intradía pero al cierre no pudieron, ayer miércoles sucedió algo similar con primeros soportes, que durante la sesión se llegaron a perder pero que al cierre se mantuvieron en pie. Esto refleja a la perfección lo igualado que está el debate entre alcistas y bajistas a muy corto plazo, en que ninguna de las dos fuerzas es incapaz de imponerse con claridad. Cuando esto sucede lo mejor es siempre confiar en la tendencia, que en este caso es claramente alcista.
Para que las bolsas europeas muestren fortaleza deberían de batir los máximos que estableció el lunes el Eurostoxx 50 (SX5E.ST) en los 3.733 puntos, mientras que para mostrar una mínima debilidad, que abra la puerta a una consolidación mayor, sería preciso que la principal referencia europea pierda los mínimos marcados ayer en los 3.663 puntos. En tal caso el Eurostoxx 50 podría formar un clásico pull back o vuelta atrás hacia la zona de antigua resistencia, ahora soporte, de los 3.600-3.630 puntos, desde donde muy probablemente retome su tendencia alcista, por lo que su alcance lo veríamos como una inmejorable oportunidad para comprar más bolsa europea.
Situación tendencial:
La tendencia que define el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, ha logrado en noviembre marcar un máximo de todos los tiempos tras conseguir superar los máximos del año 2017. Esto es de todo menos algo bajista, máxime después de superar la resistencia creciente que venía frenando los ascensos durante la última década y que discurría por los 7.700 puntos. Esto permite al índice situarse en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe.