Situación de corto plazo:
A pesar de las últimas caídas todavía consideramos que es precipitado dar por muerto el rebote de las últimas semanas. Para que podamos darlo por cancelado es preciso que los principales índices norteamericanos cierren los huecos que abrieron a comienzos de setiembre, para lo cual el S&P 500 debería cerrar una sesión por debajo de los 2.940 puntos, nivel al que el viernes cerró pegado.