Situación de corto plazo:
Los descensos que vimos ayer pueden ser considerados de momento como un simple pull back o vuelta atrás a probar las resistencias, ahora soportes, que fueron superadas a finales de la semana pasada, lo que confirmó en algunos casos claros patrones de giro al alza que plantean la posibilidad de ver un rebote mayor. El caso más claro lo encontramos en la principal referencia alemana. El DAX (DAX.XE) confirmó un patrón de giro al alza en forma de cabeza y hombros invertido tras batir los 11.865 puntos, que es donde justo ayer frenó su caída.
El problema que vemos es que al otro lado del Atlántico los índices norteamericanos no han logrado todavía superar resistencias análogas a las que superaron el viernes los índices europeos. Esto nos invita a ser prudentes y a seguir teniendo paciencia antes de plantearnos volver a comprar con fuerza renta variable europea. Para esto último, como venimos insistiendo desde hace semanas, estamos esperando que al otro lado del Atlántico los índices norteamericanos alcancen sus mínimos de junio, tales como son los 2.725 puntos del S&P 500.
Esta segunda pata bajista es la que insistentemente venimos señalando que hay que esperar antes de plantearse comprar renta variable europea. La zona de soporte que esperamos para volver a comprar se localiza en los 5.000 enteros del CAC 40 (PX1.PA) francés, cuya zona de soporte análoga en el Eurostoxx 50 se encontraría en el entorno de los 3.160-3.130 puntos.
Situación tendencial:
La tendencia que define el EuroStoxx 50 Total Return (SX5T.ST), que es la versión mejorada del índice tradicional EuroStoxx 50 que contempla la reinversión de los dividendos que reparten periódicamente las empresas que forman parte del índice, ha logrado en julio marcar un máximo de todos los tiempos tras conseguir superar los máximos del año 2017. Esto es de todo menos algo bajista pero para hablar de que ha entrado en subida libre absoluta, que es la situación técnica más alcista que existe, debemos esperar a que logre batir la resistencia creciente que viene frenando los distintos intentos alcistas durante la última década. Por el momento sigue por debajo de ella y no nos sorprende que la aproximación a la misma haya provocado una consolidación o corrección, que es la que esperamos para volver a recomendar comprar bolsa europea.