El rebote que estamos viendo a corto plazo ha llevado a las principales bolsas europeas a presionar sin éxito los máximos que marcaron la semana pasada, que es donde se encuentra la primera resistencia digna de destacar, cuya superación sería un signo de fortaleza que plantearía una posible continuidad del rebote que se inició en los mínimos que marcaron los índices el pasado mes de junio.