Lo más destacable de esta semana ha sido ver como el Eurostoxx 50 ha conseguido batir la resistencia que presentaba en los 3.210 puntos, que es un entorno de giro potencial correspondiente a la recuperación del 38,20% de toda la tendencia bajista que nació en los máximos de 2017, cuyo alcance la semana pasada provocó un giro bajista que planteaba la posibilidad de que el rebote que se inició en los mínimos de la semana de Navidad pudiera haber finalizado. Pues bien, la superación de esta resistencia nos indica que ese rebote se mantiene vivo y que, de momento, no quiere dar su brazo a torcer.
La ruptura de los 3.210 puntos en el Eurostoxx 50 abre la puerta a que la principal referencia europea pueda desarrollar lo que consideramos podría ser el último coletazo del rebote antes de agotarse. Esta subida adicional podría estar limitada a los 3.265-3.300 puntos y vemos complicado que pueda superarla salvo que el S&P 500 logre batir resistencias clave de 2.815 puntos, cuya ruptura plantearía que antes de asistir a una corrección relevante el mercado norteamericano podría buscar sus altos históricos.