El alcance de la zona de soporte clave que presentan las bolsas europeas en los mínimos del pasado noviembre, como son los 3.520 puntos del EuroStoxx 50, ha frenado de nuevo las caídas y ha provocado una reacción al alza que no hace más que reforzarlos como la línea divisoria que separa un contexto alcista de uno potencialmente bajista de cara a la recta final del año.
Operativamente, seguimos insistiendo que solamente seremos partidarios de reducir la exposición a bolsa si finalmente esos soportes, como son los 3.520 del Eurostoxx 50 o los 12.800 del DAX 30 son perdidos. Mientras eso no suceda no se puede descartar que aún veamos una nueva pata en el rebote de las últimas semanas y un contexto alcista de aquí a la parte final del año, si bien es cierto que para que gane enteros este escenario y se aleje el riesgo de asistir a la pérdida de ese soporte es preciso que los índices europeos consigan batir los máximos que marcaron la semana pasada, como son los 3.620 puntos del Eurostoxx 50 o los 13.210 del DAX 30 (DAX.XE) alemán.
En lo que se refiere al Ibex 35 (IBEX.MC), destaca el hecho de que sigue lejos de los mínimos de noviembre que estableció en la zona de los 9.800-9.889 puntos, que podría ser el soporte que volvería a probar si finalmente Europa pierde soportes.