Apenas cambios significativos en una sesión en la que de forma general se han respetado al cierre los mínimos que se marcaron el pasado viernes, cuya cesión hubiera habilitado la confirmación de los signos de agotamiento comprador que plantearon las líneas de vela que desplegaron los índices el viernes, que en el argot técnico oriental se conocen como estrellas fugaces. Esto no aleja el riesgo de asistir a una consolidación en próximas sesiones pero vuelve a ser un signo de fortaleza que encaja con el escenario alcista en el que nos encontramos e invita a no descartar una continuidad de los avances.
Para confiar en esto último es necesario que el sectorial bancario europeo SX7R consiga batir resistencias que encuentra en los 414 puntos, que son los máximos que marcó el pasado mes de enero, lo cual podría ser el catalizador de una aceleración de las subidas en las bolsas del Viejo Continente.