A lo largo de los últimos meses estamos observando cómo el sector biotecnológico estadounidense, tras una dura fase de caídas originada a mediados del año 2015, está tratando de formar un suelo sostenible y sentando las bases para reanudar su tendencia alcista de medio/largo plazo. Se encuentra en disposición de superar primeras resistencias, lo que abriría la puerta a una mayor recuperación.