Situación de corto plazo:
La última jornada del año se saldó con caídas en Wall Street, algo que provocó que sus principales referencias acabaran desplegando patrones envolventes bajistas semanales que sugieren que los máximos vistos la semana pasada han sido un techo temporal en las subidas y el punto de origen de un proceso consolidativo o correctivo que debería servir para aminorar la sobrecompra, tras el cual consideramos que la tendencia alcista volverá a imponerse.
Finalmente el alcance de niveles psicológicos como son los 20.000 puntos del Dow Jones Industriales (DJI.NY) o los 5.000 puntos del Nasdaq 100 (NDX100.NQ) han frenado las subidas y antes de ver su superación es probable que asistamos a una consolidación del último ascenso, que es lo que venimos sugiriendo esperar antes de plantearse comprar renta variable estadounidense.
Situación tendencial:
La tendencia alcista que definen los principales índices norteamericanos desde el año 2008 / 2009 se mantiene del todo vigente y para que exista un cambio dentro de la misma es preciso que una próxima caída perfore los mínimos que se marcaron el pasado mes de enero y febrero, tales como son los 1.810 puntos del S&P 500 (SP500.CH), los 15.500 puntos del Dow Jones Industrial o los 4.100/4.200 puntos del Nasdaq Compuesto (NASDAQ.NQ).
En plazos medios ya supondría un importante deterioro alcista si se pierden los mínimos que se marcaron en los futuros estadounidenses el pasado 9 de noviembre, tras el pánico inicial que supuso la elección de Trump como presidente de los EEUU. Estos mínimos se han convertido en el soporte clave que no debería de ser perdido en un contexto alcista en próximos meses. Por tanto, el soporte clave que hasta ahora se encontraba en los mínimos del Brexit ya puede subirse a los mínimos de Trump. Mientras estos mínimos, tales como son los 2.027 del futuro del mini S&P 500 o los 4.555 del futuro del mini Nasdaq 100, no sean perdidos, seguiremos confiando en una continuidad de la tendencia alcista de Wall Street.