Situación de corto plazo:
Las caídas que vimos ayer reflejan a la perfección las dificultades que está encontrando el eurodólar (EURUSD) a la hora de sostener un rebote que venimos favoreciendo tras alcanzarse la parte inferior de la zona de gran soporte y objetivo que venimos manejando desde hace meses de los 1,05 dólares por euro, que son los mínimos del año pasado y base del amplio lateral que viene acotando su evolución durante los dos últimos años.
Desde este entorno seguimos entendiendo que lo más probable es que se acabe formando un rebote y si finalmente es perdido todo apunta a que sería algo temporal ya que vemos complicado que con la actual sobreventa las caídas puedan tener continuidad sin antes formarse una cierta reacción alcista.
En este sentido, un próximo rebote en el eurodólar podría tomar cuerpo si se superan resistencias de 1,0667 dólares por euro, que es donde han fracasado las últimas subidas de corto plazo. Si finalmente se forme esta reacción alcista todo apunta a que podría ser altamente vulnerable y previo a mayores caída si atendemos a la ruptura de resistencias en el índice dólar, cuya cotización superó hace dos semanas el techo del movimiento lateral que acota su evolución durante los últimos meses. Hablamos de la zona de resistencia de los 100,80. Un pull back del índice dólar a esa resistencia podría servir para que el eurodólar rebotara.
Situación Tendencial:
La tendencia que define el eurodólar a lo largo de los últimos años es claramente bajista y de momento no vemos nada que plantee la posibilidad de que se haya visto un suelo en la misma, sin perjuicio de que la zona de 1,05 dólares haya frenado durante los dos últimos años las caídas en el par. No descartamos que podamos ver en algún momento una dilatación hacia la paridad, cuya cesión abriría la puerta a una continuidad de la tendencia bajista que desarrolla el par a lo largo de los últimos años y no encontraría soportes hasta los 0,85 dólares por euro.