Situación de corto plazo:
Rebote en el Ibex 35 (IBEX.MC) que pone freno al menos puntualmente a la sangría sufrida en las últimas sesiones por el inesperado desenlace del referéndum británico que llevó al Ibex 35 el viernes a sufrir la caída más importante de su historia, un 12,35%. Este movimiento sirve para recuperar los mínimos anuales cedidos el lunes y reforzar el entorno de soporte de los 7.560/7.510 puntos, donde las caídas podrían encontrar freno y gestarse un proceso de reestructuración alcista del que todavía no tenemos garantías, pero en el que seguimos confiando.
En este sentido, seguimos recomendando paciencia a la espera de tener evidencias de que se forma un giro sostenible más allá del corto plazo. Ya señalábamos sesiones atrás que a pesar de las fuertes subidas vistas hasta el jueves de la pasada semana considerábamos precipitado dar por cancelado el riesgo bajista de ver una recaída a la zona de mínimos del año. Desde estos niveles entendemos que hay que estar ojo avizor en busca de pistas que apunten hacia un giro alcista, ya que consideramos que la ecuación rentabilidad riesgo vuelve a ser atractiva.
Un cierre sobre los 8.055/8.100 puntos sería el requisito mínimo a exigir para considerar este rebote como un signo de fortaleza en el que poder confiar, algo que por el momento no hacemos.
Situación tendencial:
Desde abril de 2015, fecha en la que se aproximó a los 12.000 puntos, el Ibex 35 desarrolla una tendencia bajista que está sirviendo para corregir parte de la tendencia alcista que se inició a mediados de 2012 desde los 5.900 puntos. Con el alcance de la zona de los 7.900/8.200 puntos ya se ha corregido un 61,80/66% de toda esta tendencia y desde ahí el Ibex 35 trata de reestructurarse al alza, algo que conseguiría si consigue cerrar el hueco bajista que se abrió a comienzos de año a partir de los 9.544 puntos. Mientras no lo consiga no se alejará el riesgo de asistir a una continuidad de la tendencia bajista que desarrolla la renta variable española desde abril de 2015, que podría llevar al Ibex 35 a la zona de los 7.000/7.200 puntos, que es el límite máximo de caída para que la corrección no tenga visos de profundizar hacia los mínimos de 2012.