Situación de corto plazo:
Caídas generalizadas en las bolsas europeas que volvieron a marcar un nuevo mínimo decreciente dentro de la fase correctiva que desarrollan a lo largo de las últimas sesiones, lo cual advierte de que la misma sigue del todo vigente.
Estas caídas han llevado al Eurostoxx 50 (SX5E.ST) a alcanzar la zona de soporte y de giro potencial de los 2.960/2.975 puntos, que corresponde a un ajuste del 61,80/66% de todo el último tramo alcista que nació en los 2.860 puntos, que es donde se encuentra el soporte clave en tendencia, de cuyo mantenimiento depende que se mantengan intactas las posibilidades de seguir viendo mayores alzas en próximas semanas y meses.
En este entorno de soporte de los 2.960/2.975 puntos discurre actualmente la directriz alcista que podría estar guiando las subidas de los últimos meses y habrá que ver si desde ahí la presión compradora es capaz de provocar una reacción alcista que es necesaria de cara a que podamos seguir confiando en un contexto de reordenación alcista que, como venimos insistiendo durante los últimos meses, pasa por que las bolsas europeas consigan cerrar los huecos abiertos a comienzos de año, tales como son los 3.267 puntos en el Eurostoxx 50.
Operativamente, aunque a corto no somos partidarios de comprar todavía, consideramos las caídas como una oportunidad para buscar aumentar posiciones en renta variable europea y para ello esperamos que aparezcan evidencias técnicas que sugieran la conclusión de esta fase de corrección, tras la cual la principal referencia europea podría buscar la zona de resistencia de los 3.267 puntos.
Situación tendencial:
El Eurostoxx 50 se encuentra durante los últimos meses desarrollando una fase de corrección que sirve para ajustar parte de las fuertes subidas que tuvieron su inicio en los mínimos de 2011, tras la cual entendemos que podría formarse otro impulso al alza. Estamos a la espera de identificar el suelo de esta corrección para volver a recomendar la toma de posiciones en bolsa europea orientadas a medio/largo plazo y que busquen algo más que un simple rebote por sobreventa como el que se formó a mediados de febrero.
Analíticamente, para que podamos hablar de que una subida es algo más que un rebote por sobreventa y se aleje el riesgo de que pueda volver a imponerse la tendencia bajista de los últimos meses, es preciso que los índices europeos cierren los huecos que abrieron en la primera jornada del año, que en el caso del Eurostoxx 50 se generó a partir de los 3.267 puntos.