Con ese sentimiento que nos genera siempre mirarnos el ombligo, hemos estado pendientes de la Fed. Ha decepcionado a las bolsas con sus medidas, así que ahí los alcistas no van a encontrar las ayudas necesarias para seguir al mando. Dependemos de Asia. Y lo que de allí llega no es demasiado optimista. La clave es el yen. Su fortaleza está lastrado a la bolsa nipona y, caídas muy fuertes, pueden contagiar al resto de Asia. Las bolsas occidentales no serán ajenas a ese descenso. La evolución de la China es clave.
Durante estas últimas semanas nos está llamando especialmente la atención la incapacidad del Nikkei a la hora de reordenarse al alza pese al alcance del soporte fundamental de medio plazo de los 9.000 enteros, que a todas luces es la línea divisoria que separa un Nikkei con posibilidades alcistas de uno bajista en el que el punto de mira habría que fijarlo en el soporte de largo plazo de los 7.000 puntos, que son los mínimos de 2008 y 2009.
En el siguiente gráfico podrán ver los distintos escenarios que se abrirían dependiendo de si el Nikkei pierde los 9.000 o es capaz de romper resistencias que encuentra a la altura de los 9.800 puntos.
La fortaleza del yen está impidiendo que cualquier conato de reestructuración alcista tenga éxito y es ahí donde consideramos que los inversores deben centrar sus miradas puesto que dependiendo de la evolución del yen tendremos pistas definitivas de cara a poder seguir confiando en un giro alcista en la renta variable nipona o, por el contrario, que nos avisen de un tsunami vendedor que podría arrastrar consigo a otros índices asiáticos y ellos, a su vez, a las bolsas occidentales. De hecho, ya les señalábamos ayer en un análisis sobre la situación de China, de la importancia de las resistencias que estaban siendo alcanzadas en índices como el Hang Seng o el FXI, que es un fondo que intenta replicar el comportamiento del FTSE / Xinhua China 25 Index.
En el siguiente gráfico les mostramos la evolución de la curva de precios del dólar / yen. Fíjense como semanas atrás perdió un soporte muy importante a la altura de las 88 figuras que confirmó un patrón bajista en forma de cabeza y hombros (hch) y que ya sugería el escenario de caídas del dólar frente al yen que estamos viendo. Observen ahora como estas cesiones han llevado al dólar / yen a buscar la zona de soporte fundamental de largo plazo que aparece en las 85 figuras. Este entorno de soporte coincide con un soporte horizontal (mínimos de noviembre de 2009) y con uno decreciente. Sin lugar a duda les estamos hablando de un soporte fundamental cuya pérdida sería muy indicativa y nos lanzaría un mensaje pesimista para la renta variable, no solamente japonesa sino probablemente mundial.
En este otro gráfico les volvemos a mostrar el comportamiento del principal índice bursátil chino de Hong Kong, el Hang Seng. Fíjense como el giro bajista de estos últimos días está teniendo lugar tras ser alcanzado un punto de giro potencial tan importante como es la tangencia con el techo del canal bajista que acota el movimiento lateral bajista de los últimos meses. Sin su ruptura, seguimos insistiendo, no podremos confiar en alzas sostenibles en las bolsas occidentales y no se podrá validar y confiar en una eventual superación de resistencias clave a este y otro lado del Atlántico.