La amenaza de asistir a otro susto en las bolsas europeas, que podría ser similar al que vimos en marzo, sigue estando ahí y ni mucho menos ha desaparecido. De hecho, para que podamos fiarnos de un eventual contraataque alcista lo mínimo exigible es que los principales índices europeos consigan cerrar los huecos que abrieron a la baja en la sesión del pasado miércoles, para lo cual el DAX (DAX.XE) debería superar los 16.150 puntos y el Ibex los 9.267 puntos.
Esta semana las bolsas europeas han fracasado en su intento de cerrar esos huecos bajistas y desde ahí se imponen las ventas, algo que me hace estar muy atento ahora a soportes como el que presenta el DAX 40 alemán en los 15.660 puntos. Si este soporte cae todo apuntaría a que la amenaza bajista dejaría de ser una amenaza para convertirse en realidad.