Cuando el pasado 9 de enero el EuroStoxx 50 logró batir la importante resistencia que presentaba en los 4.050 puntos ya les comentaba que se estaba abriendo la puerta a lo que califiqué como un desacato, esto es, la posibilidad de que el movimiento alcista que desarrollan las bolsas europeas desde los mínimos de octubre se prolongara hacia los máximos que marcaron el año pasado, como son los 4.400 puntos del EuroStoxx 50.
Les seré muy sincero y les digo que ese potencial del 10% adicional en las bolsas europeas era algo que veía técnicamente factible, pero tenía claro que para que tomara cuerpo y ganara enteros esa hipótesis era necesario que hubiera un desmadre a la americana y que Wall Street también fuera capaz de romper resistencias. Pues bien, les cuento todo esto porque esta semana tanto el Nasdaq 100 como el S&P 500 han logrado batir resistencias clave que permiten dar por rotas las directrices bajistas que venían guiando de forma milimétrica las caídas desde los máximos del año pasado. Esto es algo muy positivo que plantea un contexto de mayores subidas hacia al menos los máximos que marcaron estos índices el pasado mes de agosto y hasta ahí hay un recorrido del 7% en el caso del índice tecnológico y de casi el 4% en el S&P 500.