Entendiendo que es harto difícil que las bolsas europeas puedan acometer mayores subidas o un desmadre que lleve al EuroStoxx 50 a la zona de máximos del año pasado en torno a los 4.415 puntos, que se encuentran a un 7,5% de distancia, sin que acompañe Wall Street con la ruptura de resistencias clave que el S&P 500 presenta en los 4.000 y 4.100 puntos.